
26 Oct ¿Son efectivas las láminas antivandálicas para cristales y vidrios? ¡Protege tu negocio y ahorra dinero!
Muchos clientes de nuestra empresa de limpieza de grafitis nos preguntan por la mejor forma de prevenir daños causados por actos de vandalismo. Nuestro principal consejo es instalar láminas antivandálicas para proteger cristales y vidrios.
Cuando explicamos que las láminas antivandalismo ayudan a proteger los negocios y a ahorrar dinero, algunos clientes dicen con escepticismo: “¿realmente son efectivas estas láminas?”
Es normal que surjan estas dudas. Por este motivo, hemos decidido dedicar este artículo a explicar cómo funcionan las láminas antivandalismo.
¿CÓMO ESTÁN FACBRICADAS LAS LÁMINAS ANTIVANDÁLICAS?
A simple vista, puede parecer que una fina película prácticamente invisible puede hacer muy poco para proteger un escaparate.
Las láminas de seguridad son películas muy resistentes, transparentes y autoadhesivas que se aplican sobre los cristales.
La clave de su eficacia se encuentra en la tecnología utilizada para su fabricación. Estas láminas están compuestas por varias capas de poliéster, una capa reforzada frente a rayaduras, un adhesivo acrílico y, en algunos casos, un tratamiento que inhibe la radiación UV.
¿CÓMO FUNCIONAN LA LÁMINA ANTIVANDÁLICAS?
Aplicadas sobre los cristales protegen de los grafitis, del vertido de ácidos, de los arañazos y de la decoloración del equipamiento interior del local.
Las capas de la lámina son tan resistentes que impiden que los ácidos y otras sustancias contenidas en aerosoles o rotuladores las atraviesen. Por tanto, los grafitis se quedan en la superficie de la lámina y no llegan a dañar el cristal.
Estas películas tienen un efecto barrera frente a golpes con piedras u otros objetos. Aunque el cristal se rompa, los fragmentos quedan adheridos a la lámina, con lo que cumplen dos funciones en cuanto a la seguridad:
- Impiden o retrasan el acceso al local con intención de robar
- Evitan que se produzcan cortes y accidentes porque retienen los trozos de cristal
La restauración de un cristal arañado o pintado es más fácil y económica si está protegido con una lámina antivandalismo. Puesto que el vidrio no se daña, es suficiente con limpiar la pintada o con sustituir la lámina.
Por el contrario, en un vidrio sin protección habrá que pulir el cristal para eliminar todo resto del acto vandálico. Evidentemente, este es un procedimiento mucho más costoso que, por otra parte, solo se puede llevar a cabo dos o tres veces sobre la misma superficie.
Si quieres proteger la fachada de tu local frente a pintadas y arañazos de manera económica, convierte tus cristales en una barrera invisible con las láminas antivandálicas.
Consulta con nuestra empresa de limpieza de grafitis y te asesoraremos sobre el mejor tipo de lámina para tu negocio.