02 Sep ¿Por qué es tan importante pulir los cristales de tu edificio o vivienda?
La evolución del diseño arquitectónico nos ha llevado a un nuevo concepto de ciudad en la que predominan los edificios de fachada acristalada, lo que nos permite ahorrar en energía y aprovechar mejor la luz natural. Esta nueva estética tiene dos importantes ventajas: las nuevas construcciones son más respetuosas con el medio ambiente y se consiguen ciudades más modernas y con menos peso visual.
Los edificios acristalados dejan pasar mayor cantidad de luz natural por lo que se crean espacios más luminosos y abiertos. De manera indirecta, se consigue mayor acumulación de calor en invierno y frescor en verano, lo que reduce la necesidad de climatización.
Pero este tipo de edificios necesitan un mantenimiento periódico. Con el paso del tiempo y la exposición a agentes externos como la polución, la lluvia el granizo o las salpicaduras, los cristales sufren un desgaste que puede dañar el vidrio de forma permanente si no se toman medidas.
En el día a día los daños debidos a la climatología pueden ser imperceptibles pero las fachadas acristaladas también están sometidas a otro tipo de agresiones intencionadas, como golpes, arañazos y grafitis.
Para prevenir el deterioro, que produce sensación de abandono, es esencial contar con una empresa de mantenimiento de cristales, que se ocupe de realizar una limpieza periódica. Así, nuestro edificio lucirá siempre un aspecto impecable.
En caso de sufrir daños intencionados, como arañazos, grafitis o ataques con ácido, la mejor forma de devolver el brillo y la transparencia a nuestra fachada es el pulido de cristales. Esta técnica puede reparar pintadas e incluso pequeñas fisuras, dejando los cristales en su estado original. Y lo mejor de todo es que resulta hasta 95% más económica que sustituir los vidrios por otros nuevos.
El pulido de cristales consigue un abrillantado impecable por un coste muy asequible y se puede aplicar a todo tipo de superficies de vidrio, incluso sobre el cristal blindado. El proceso es sencillo y no causa molestia alguna tanto para los usuarios del edificio ni para las personas que transitan junto a él.
Este tratamiento no se puede llevar a cabo con productos domésticos. Se necesitan herramientas y materiales específicos, así como experiencia en el pulido de cristales que solo una empresa de mantenimiento de cristales sabe manejar.
Además de la limpieza y mantenimiento periódico, suele ser aconsejable instalar láminas antivandálicas, ya que estas protegen el cristal de los ácidos contenidos en aerosoles y rotuladores con los que se hacen los grafitis. Las láminas antivandálicas se pueden colocar en cualquier superficie acristalada y refuerzan la resistencia del vidrio. Con su instalación se consigue un gran ahorro en tiempo y dinero, ya que es más fácil limpiar o sustituir la lámina que reparar un cristal muy deteriorado.